Estrés hídrico y futuro de Bucaramanga.


Bucaramanga y su área metropolitana es un importante centro de interacción comercial y de red inmobiliaria, así como de generación de industria manufacturera y oferta de servicios. Cuenta también con destacadas instituciones técnicas y de educación superior de alta calidad y una reconocida oferta de sistema de servicios de salud de características internacionales.  

Así mismo, el Área Metropolitana de Bucaramanga es una de las regiones de mayor densidad poblacional de Colombia con más de un millón de habitantes, siendo lugar de encuentro de una población en constante circulación, pues es eje transversal de interacción del oriente colombiano.

Esta ciudad capital posee uno de los indicadores más bajos de pobreza monetaria y pobreza extrema del país, aun cuando en los últimos años ha tenido que adaptarse ante un alto flujo migratorio y las afectaciones de la pandemia COVID-19, así como a altos niveles de informalidad laboral.

Bucaramanga y su área metropolitana posee uno de los mejores indicadores de calidad de agua del país, en su totalidad el recurso hídrico proviene del páramo de Santurbán y su bosque altoandino, fuente excepcional de agua, alta biodiversidad, belleza paisajística, captura de carbono y sustento de actividades productivas. 

En la actualidad este ecosistema se encuentra en alto riesgo por los intereses de corporaciones multinacionales de desarrollar proyectos de gran minería en la zona. Una de sus principales fuentes, el Río suratá, que provee de agua en temporadas secas hasta un 50% de la totalidad del recurso captado, se encuentra en riesgo de ser contaminado o de enfrentar  disminuciones de su caudal por las afectaciones de estos megaproyectos. 

El Acueducto Metropolitano de Bucaramanga cuenta con 3 sistemas de abastecimiento interconectados: el Río Suratá, con su planta de tratamiento Bosconia con capacidad de 2.000 l/s, el Río Tona, con su planta de tratamiento La Flora, con capacidad de 1.000 l/s, la planta de tratamiento Morrorico, con 400 l/s de capacidad y el Río Frío, con su planta de tratamiento Floridablanca, que tiene una capacidad de 600 l/s.

Según el Estudio Nacional de Agua 2018, Bucaramanga y su área metropolitana se encuentran en  zona de estrés hídrico, en temporada de año seco, con un índice “muy alto” respecto al nivel de vulnerabilidad hídrica al desabastecimiento, es decir, que la cantidad de agua que proveen los ríos captados está al límite de la cantidad de agua que se consume de los mismos, lo cual indica que cualquier actividad que afecte la cantidad, continuidad o calidad del recurso hídrico significaría un altísimo riesgo para la vida de la región y sus actividades productivas. 

De la misma forma, la dependencia del abastecimiento hídrico de Bucaramanga y su región con el ecosistema de páramo de Santurbán significa una obligatoria adaptación a los efectos del cambio climático, pues bien, los ecosistemas sensibles de alta montaña como páramos y nevados se verían gravemente afectados ante estos fenómenos, con la probable disminución de un 20% del régimen de lluvia en estas zonas ante un escenario de duplicación de CO2 en la atmosfera. 

El papel global de Bucaramanga y su área metropolitana, en el debate sobre el cambio climático, está relacionado directamente con la protección integral de su recurso hídrico y su biodiversidad. Dos elementos que reflejan las condiciones excepcionales de Colombia y que contribuyen de manera determinante en las nuevas dinámicas que desde los territorios deben comenzarse a dar, según sus condiciones ambientales, sociales y sus perspectivas de desarrollo, en función de una discusión sobre el cambio climático en contexto.  

Las ciudades deben entenderse como entornos de interacción regional para enfrentar el cambio climático, con diseños organizados a partir de los ecosistemas que sustentan sus vidas y propósitos democráticos que garanticen la protección de las zonas estratégicas, como es el caso del Páramo de Santurbán, con un manejo responsable de sus entornos verdes (rondas hídricas, zonas públicas y privadas verdes, distritos especiales de protección, corredores y senderos verdes…) y la búsqueda de acuerdos de voluntades para el manejo del recurso hídrico, su calidad, continuidad y cantidad en el tiempo.  

Bucaramanga y su área metropolitana son parte de una gran región en la que su alcance productivo está demarcado por el límite que impone el páramo de Santurbán y su bosque altoandino, de esta forma, proteger Santurbán y los ríos que son nutridos por sus aguas, es sinónimo de estabilidad productiva, de progreso y de protección de la salud pública de la ciudadanía. 

La capacidad económica de una región viene demarcada por bases naturales que la sustentan, el agua es el elemento esencial del progreso y de la vida digna de un territorio, según la UNESCO, 3 de cada 4 empleos dependen del agua, lo cual significa que para garantizar una vida en condiciones dignas las fuentes de agua deben poseer la calidad, continuidad y cantidad suficiente. 

Una región próspera posee un futuro digno cuando hay garantía del bien común al acceso al agua en calidad, continuidad y cantidad. Son las poblaciones más vulnerables las que sufrirían las peores consecuencias frente a desastres ambientales que pudieron impedirse, como la ruptura de acuíferos y el desvío de aguas subterráneas, la disminución de caudales, la pérdida de cobertura vegetal, la desecación de zonas de páramo, la contaminación atmosférica, la contaminación de aguas superficiales y subterráneas.   

Adaptarse al cambio climático significa para Bucaramanga y su área metropolitana proteger sus ecosistemas de alta montaña, garantizar el acceso democrático al agua en calidad, cantidad y continuidad, proveer a la ciudadanía de las herramientas pedagógicas para la comprensión de las dinámicas de estos fenómenos y formular estrategias que nos permitan participar en la contextualización de los retos ambientales desde el territorio y a partir de los acuerdos de voluntades. 

Por esta razón, la defensa integral del páramo de Santurbán es la base principal para los debates de la economía política sobre el desarrollo de nuestra región, la sustentabilidad del territorio y el progreso de la vida. La cátedra del agua es un método que responde a los retos que este siglo imponen, busca el acuerdo de voluntades en su contexto territorial sobre la corresponsabilidad de las comunidades y la institucionalidad para enfrentar el cambio climático con el enfoque diferencial del agua y la biodiversidad, es también, la oportunidad para avanzar en la comprensión de estos fenómenos y lograr acuerdos que nos permitan avanzar en este propósito común. 

  

 

Dane (2020) La información del DANE en las ciudades capitales. Bucaramanga-Santander. Recuperado de: https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/planes-desarrollo-territorial/240120-Info-Alcaldia-Bucaramanga.pdf

 Acueducto Metropolitano de Bucaramanaga S.A. ESP. (amb) (s.f) Gestión integral del agua. Fuentes de agua. Recuperado de: http://www.amb.com.co:8081/wp_gestionagua/2017/11/02/fuentes-de-agua/


 IDEAM (2019). Estudio Nacional del Agua 2018. Bogotá: Ideam: 452 pp. Recuperado de:  http://www.andi.com.co/Uploads/ENA_2018-comprimido.pdf


 Greenpeace (2009) CAMBIO CLIMÁTICO: FUTURO NEGRO PARA LOS PÁRAMOS. Recuperado de:  http://greenpeace.co/pdf/paramos/informe_todo3.pdf


Organizaciónde las Naciones Unidaspara la Educación,la Ciencia y la Cultura (UNESCO) (2009) El agua en un mundo en constante cambio. El 3er Informe sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo. Recuperado de: Hechos y cifras, el 3er informe sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo: el agua en un mundo en constante cambio - UNESCO Biblioteca Digital




 



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